¿Qué hago?


Nueve y media de la tarde, mi canción favorita sonando a través de los auriculares, Maggot Brain de Funkadelic, la persiana subida y aprovecho para dejarme ver por la ventana. Veo lo mismo de siempre, las nubes dejándose llevar de la mano del viento, los pájaros que poco a poco dejan de existir, un calor que mata, pero más me mata saber que ella está ahí, y yo aquí. Me siento como un astronauta, sabes, ella podría ser perfectamente mi luna, pero lástima que llegaron antes. De momento, sigo en mi nave, volando de aquí para allá, haciendo viajes, quedándome a medias, pero siempre acabo volviendo al mundo real, y joder, no me gusta. O voy o me quedo, pero me canso de estar gastando tan preciado tiempo en tonterías.

¿Qué hago, ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? 

Puedo repetirme ésta pregunta tantas veces a lo largo de el día, que ni yo mismo me lo creo. Creo que nunca he experimentado ésta cosa de las mariposas en el estómago, y ahora que lo hago, tampoco es tan bueno como me imaginaba. Noto esa sensación del quiero y no puedo, incluso a veces pienso ser un segundón en una liga de primera... Pero que coño, si nunca jugué en ésta liga.

Por el momento tendré que quedarme en el banquillo a ver cómo va el juego, porque no me apetece entrar ahí y joderlo todo, supongo que esperaré a que me cambien, a que se den cuenta de lo que soy o de lo que puedo hacer. Seguiré contando los días, las horas, los minutos, las monedas y los colegas como hasta ahora, aunque todo se haga mucho más pesado.

Creo que es pronto para decirlo, a la par que tarde para hacerlo, pero chico, me enamoré.

El texto no es mío. Es de mi hombre J. Mohedano. Este es otro de los míos. Es el "más" de los míos. Y tenemos alguna sorpresita preparada. Checkead su página porque es la crema. Y yo no sé si volveré a escribir nada hasta la semana que viene. Muchas movidas por mujeres y malos rollos. 

Un amor.

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