Vamos ahí con el colocón del siglo. Una botella de buen ron a medias, unas hamburguesas de un pavo y poco más. Buena gente, buena hierba para tumbarse y buen tiempo. ¿Para qué quieres más? No escribiré mucho por lo que pueda pasar después.
Las letras bailan al son de una música que nadie toca. No sé si ni lo que escribo. Y no es que las ideas vayan tan rápido que no pueda plasmarlas, es que las ideas se han quedado allí de fiesta todavía. Menudas putillas.
Joder, anécdotas de un hombre ebrio esperando a la semana que viene para volver a lo mismo. Y esta es la sociedad que levantará el país. Me da vergüenza hasta a mi. Qué le vamos a hacer, todo es tan gracioso con dos copas de más...
Son las tres y cuarto y me está empezando a doler la cabeza. Será un domingo muy pero que muy largo.
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