Era bonito

Son las 4:11 de la mañana y no puedo dormir. Llevo cuatro horas aproximadamente dando vueltas en la cama como un idiota, intentando sin ninguna recompensa dormir como hacen las personas normales. De fondo suena el Still loving you de Scorpions y la sensación que tengo no es tan mala como podría parecer.

Por una parte espero que no vuelvan las noches de insomnio. Eso sería terrible a la hora de ir a la universidad por la tarde. Pero por otra parte... no sé. Mis mejores cosas han surgido de esas largas noches. Ha habido conversaciones muy profundas a estas altas horas. Conversaciones llenas de sentimientos que normalmente no se expresan con facilidad, que se sienten cada mucho tiempo y que añoras una vez las pierdes. También ha habido conversaciones totalmente vacías y efímeras. Particularmente prefiero las segundas. Horas y horas hablando de nada. Lo único importante era mantener el contacto con esa persona. Era bonito.

Hoy esas conversaciones ya no existen. Miro al horizonte y no parece que vayan a volver, al menos por el momento. Ultimamente pienso en mil mujeres, no soy capaz de centrarme en una e intentar hacerle ver cómo soy realmente, y no como me ven ellas. El cambio siempre es a mejor, o eso dicen.

Aunque también he oido muchas veces que soy muy especial y que por ese motivo no pasan a ser algo más, o dejan de serlo, para no perderme... Dios me está jodiendo a base de bien.

Al fin y al cabo todo esto no son más que tribulaciones de un necio a unas horas en las que ni los pájaros tienen pensado empezar a dar por saco. Doce minutos después sigo iluminado por la luz del portátil y pensando en qué cojones me traerá el destino. Sólo me consuelo imaginando cómo sería mi vida si fuese como Hank Moody.

Por lo menos a la hora de escribir la cosa sería sencilla. Ni siquiera eso...

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