Me suda la polla trescientos gramos

La verdad es que hace un tiempo en que no se me ocurre nada que escribir. Abro el blog dispuesto a escribir un texto digno del Nobel y en cuanto llevo un par de líneas se va todo a tomar por culo. Ya no me pasan cosas interesantes. Ni siquiera me pasan cosas a secas. Todos los días lo mismo. Lo único que espero es que llegue el fin de semana.

Y una vez llega, otra de lo mismo. Pero bueno esto es más ameno porque nos lo pasamos debuti haciendo el idiota los unos con los otros. Nos hacen la púa de vez en cuando, pero tiramos de teléfono e improvisanos un plan más de puta madre si cabe que el anterior y solucionado.

Tengo ganas de que llegue el verano y quemar la carretera. Tirarme en la arena de la playa y holgazanear hasta que se me queden entumidas las articulaciones. Joder qué vidorra es la de los veranos. ¿Te acuerdas cuando eras más pequeño y tenías que irte con papá y mamá? Joder que vergüenza cuando te cruzabas con gente de tu edad, ¿eh?

Como pasa el tiempo la hostia. Mira, otro día hablaré del tiempo. Como concepto en general no si llueve o hace frío, eso me la suda trescientos gramos.

Bueno mis sociópatas lectores, espero que después de esta simple pero no menos gloriosa mierda de entrada me subáis las visitas del blog, que ultimamente la gente sólo entra para leer las letras de las canciones. (Aunque repito, me la suda trescientos gramos).

Arrivederci, infames.

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