Hasta hace poco pensaba que todos los seres vivos teníamos un inicio y un fin. No pensaba de forma catastrofista ni reflexionaba sobre la inevitabilidad de la muerte, ni mucho menos. Ni siquiera llegué a una conclusión, simplemente... pensé.
Es una putada eso de tener que morirse sí o sí, y lo peor es tener que vivir toda tu vida con esa idea. Quizá ese sea el punto flaco de todo esto, el saber que en un futuro arrugado y canoso alguien llorará porque te has ido. Bueno, es una pena pero así es como funciona todo esto.
Pero después de "investigar" por internet descubrí que había un ser vivo distinto al resto. Capaz no sólo de no morir, sino de regresar a su estado de juventud. ¿Lo malo? que es una medusa. Coño, estaría guapo, ¿o qué? Pasar de ser un anciano carcamal, (con todo mi respeto a los ancianos carcamales, y a los ancianos normales también) a ser un jabato otra vez. Anda que no.
Pero bueno, como he ido a comer mientras escribía esto y he perdido el hilo, ahí os dejo la reflexión de hoy: disfrutad la vida en su puta plenitud. Y que no pase un fin de semana sin que salgáis de fiesta (me da igual a lo que consideres fiesta). No te pases un sábado por la tarde-noche en casa porque "tienes que estudiar". Eso no se te lo crees ni tú.
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