Dias de perros

Joder estoy perrísimo. Normalmente suele ser a ratos, pero se ha apoderado de mi una vagancia extrema que me impide hacer cualquier cosa que exija esfuerzo físico o mental. Que estoy vago de cojones, para que nos entendamos. Ni pensar, ni escribir, nada, que no me da la gana.

Pasar un rato agradable con los mismos guanáis de siempre, beber un poco, reírnos como cabrones... Para eso si tengo ganas. Al fin y al cabo, ¿quién no las tiene?

Tirado en la cama con el portátil sobre las piernas escuchando música, viendo series, películas, porno (bueno, eso no, que es pecado). Dios, esta rutina me encanta. Levantarse a las tantas y comer, hacer el tolili unas horas y a la calle, sea viernes, sábado, martes... ¡da igual!

Lo malo es que la buena vida se acaba. Dentro de poco entraré de nuevo en la vida del estudiante. Dichosa vida del estudiante. No es tan mala al fin y al cabo, pero me toca los cojones...

Asi que tendré que aprovechar estos últimos días perrunos que me quedan, qué remedio.

Nos vemos ahí fuera perros... y perras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario