Voy sin musa y con el corazón a voces

Otro viejo día huele a infierno cabreado con el mundo,
sin espejo que refleje a la más bella del reino,
busco el rumbo, mi rango, a tientas el cuaderno
y una frase que me explique por qué coño me levanto.
Voy sin musa y con el corazón a voces,
en busca de una excusa que me salve o crucifique,
hoy vuelve a ser martes, yo sigo en mis trece,
tú no te preocupes, dijo: ya tendrás más suerte.
Y ni un verso hasta que anochece,
las paces con el boli y vuelvo al catre,
amor para mis panas, dolores por mis penas,
tú vigílame en la última frase.
Pensé en desvanecerme pero cada
rosado amanecer en mi almohada vino a visitarme,
me estoy muriendo y no es por dentro
es por cojones y no entiendo por qué no podéis dejarme.
Vigilo la presión, no por vocación,
finge una canción, escribo alta tensión,
y no hay competición si vienen por el don,
mi próximo renglón se lo dedico.
Es que un cabrón puede hacer cambiar el mundo,
pero no hay uno en este mundo que cambie a este cabrón,
con un anecdotario empapado en alcohol,
en olor a tabaco y sabor a ruina voy.
Añoro la inocencia de la infancia,
si supiera algo de mi no le daría importancia,
la arrogancia es justiciera aunque no sea de verdad,
piso con seguridad sin saber lo que me espera.
Nací en un viernes, moriré en domingo,
viviendo sucio, sonando limpio,
fuera mal tiempo, gris nube rondando
y tú cuándo me has visto despertarme sonriendo.
Tomo el mando, las cosas no son para tanto,
las cosas no son al menos fuera de mi cuarto,
dentro todo es demasiado,
asi que si te dicen algo ando por ahí fuera tirado.
Condenado por la parte que me toca,
en un soportal aprendía a soportar a alguna loca,
con la lengua rota, casi noqueada,
aún sé tocar en tu paladar la última balada.
¿Se me nota? Lo de llorar callado digo,
lo de estallar en llanto sólo dentro y cuando escribo,
un examen de conciencia suspenso es un castigo,
¿musa? no, mi Zippo y el abrigo.

"Escribir algo que sabes que nadie va a leer...
seguro que Dante también lo calificaría de inútil."

En ruinas como Roma, que el amor no cueste nada,
un grito en la almohada y un silencio tras la coma,
en la loma por el punto que todo deje aparte,
en mi cuarto, sin ganas de verme ni de olvidarte.
Perdona, a veces olvido lo importante,
a veces la cartera pero sigo para alante
y todo tu falso talento me lo paso por el forro,
en la calle no hay inventos, asi que mejor corre.
Caliente, como la ilusión que pierde fuel tras la pendiente,
confío en un milagro o en la suerte,
valiente, amante del flow de antes,
atiende, decía que olvidaba lo importante.
De frente el corazón se te hace grande,
él sabe que es un cabrón y por eso se esconde,
mi obra de infancia "Las palabras" como Sartre,
escribo bajo el saxo tenor de "Johny" Coltrane.
No entiendes lo que tramo,
feliz juego en un banco, sentado, con la gente que amo,
y si pudiera viviría en la sonrisa preciosa,
pero ya lo he descartado asi que piensa en otra cosa.
Sublime, cansado, la lección al dedo,
la de si pegas te pego y eres tú el que ha empezado,
en paz con todos y en casi todo enzarzado,
Dios nos hizo y nosotros nos juntamos.
Vocación suicida y un alma que teme,
horas de sueño en vela por la frase que me llene,
por la suela que pise, el trago que envenene,
el mundo que haga que todo se frene y todo acabe.
¡Ey, que suene! Dios, no dejes que pare,
sintiendo que me puedo yo contemplo mi desastre,
con cuenta gotas por la vida y por mi mismo,
en cada tema un calo sólo mirando al abismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario