Lecciones de modestia

Me siento como en Clockers. Un dolor de estómago que tumbaría a un caballo. ¡Pam! Directo. Me tiene doblao'.

La noche ha sido amena, un calentamiento para la de mañana. Pero por Dios, no más dolor de estómago. Me pasa por mezclar. Por mezclarte con el alcohol. Chica... ¿a qué juegas? Me gusta tu juego, pero... explícamelo. Te gusta el riesgo. Pero hay límites. Demasiada tensión me hace polvo al final.

Esperemos que mañana amanezca soleado. Joder. Las cuatro y media. Fuera un frío del carajo y dentro balbuceos de un quejica. Que me lleven durante un rato.

Menuda puta mierda. Y yo me creo un escritor consagrado. No hay nada más duro que darte lecciones de modestia a ti mismo.

1 comentario:

  1. Que modelo de recontra marico. Hay de todo como en mercado persa.

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