Dulces chicos

¡Qué pa! Aquí estamos de vuelta. Con lo mismo de siempre. Tumbado en la cama. El portátil sobre las piernas (mamá dice que me voy a quedar estéril por las ondas o no sé qué historias). El reloj marcando las dos y cuarto. La ventana abierta de par en par, la persiana hasta arriba y los grillos tocando los huevos.

Ha sido un finde bastante guapo. Chalecito en un pueblo, piscina, barbacoa, cerveza, calimotxo, ron canario, Disaronno, Sol, estrellas, naturaleza... Desconectado al noventa por ciento.

Esta vez me ha faltado ella. Porque también se lo merecía. Incluso más que yo. Pero no ha podido ser. Te debo una. Te debo mil.

No hay mucho más que contaros, tíos. Ha habido una borrachera monumental incluída. De las más tochas de mi vida. No sé si estar orgulloso de decir que me cocí muchísimo pero... qué carajo. Sólo bebo cuando me lo paso de putísima madre o cuando estoy al borde. Esta vez estaba al borde y me lo estaba pasando de putísima madre. Así que para qué queremos más. Hay video creo recordar... creo.

Así que nada, prims'. Desearos otra vez que tengáis un verano de cojones. Que folléis mucho. Tanto vosotros como vosotras. Que estés debuti con los coleguitas y que los malos rollos os suden.

Hasta la vista, dulces chicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario