Esas son difíciles de matar

A veces quedo con el tío que hay en el espejo para charlar un rato. No nos vemos muy a menudo porque no suelo tener mucho tiempo, pero cuando nos cruzamos se nos va la tarde.

Dice que los años me pasan de cinco en cinco o al menos eso aparento. No sabe qué me pasa exactamente, que siempre ando cabizbajo, ensimismado, aislado de todo lo que me rodea. No estoy ni triste ni contento, simplemente no estoy. Me pregunta qué me pasa y siempre le contesto que no sé.

La vida no me trata mal, pero de vez en cuando me da hostias de las buenas, de las que hacen herida bien dentro y tardan mucho en curarse. Además estoy acostumbrado a taparlas y no dejarlas respirar, con lo que cicatrizan lentamente, sin llegar a cerrarse del todo.

Recuerdo un fragmento de la película La leyenda de Bagger Vance que decía así:
"Con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células. Pero eso no importa mucho porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta, aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa... no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y por último, las células de los recuerdos... esas son difíciles de matar..."
La verdad es que yo he acabado alguna vez empapado en alcohol, en alcohol y en lágrimas. Y es cierto, muchas veces se bebe para olvidar, pero al final olvidamos por qué bebemos y pierde todo el sentido seguir bebiendo y olvidando.

Las heridas dejan de doler cuando ya no las recuerdas, pero yo no quiero olvidarme, sólo quiero que dejen de doler. Supongo que es algo imposible porque siempre va a estar ahí, para bien o para mal. Supongo que necesito encontrar a alguien que me las cure. Pero me da miedo que crea haber encontrado a mi doctora y al final acabe haciéndome nuevos cortes y tenga que renovar las vendas, no sé, no sé.

En cierta medida soy un poco bipolar. Puedo ser la persona más alegre del mundo y al poco tiempo estar ahogándome por dentro e intentando achicar agua... es terrible.

Mi vida se resume a música, alcohol, lágrimas, sudor, noches de insomnio que se mezclan con madrugadas... Lo único que puedo asegurarle al tipo del espejo es que aquí no soy feliz.

Nadie que escriba algo que merezca la pena puede vivir en paz.

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