Habla solo

Me tumbo en la hierba y pienso en lo que debe ser cargar con el peso del mundo. Ese cielo azul tan inmenso que nos rodea y nos atrapa a medida que el Sol decide que es demasiado tarde para seguir tumbado aquí conmigo.

Quiero una casa en un acantilado y quiero saltar al vacío todas las noches. Quiero que me folles como si ahí abajo no hubiese agua y sí un montón de malos recuerdos, de esos que duelen más por dentro que por fuera.

Quiero que me folles como si me fuese a morir.

Y aquí estoy yo, hablando con Dios, que está a miles de años luz. ¿O estoy hablando sólo? Qué carajo importa. Con el paso de los años he aprendido que Dios no es quien para decirme lo que tengo que hacer. Menudo un gilipollas. Menudos gilipollas que somos todos.

Hacía mucho que no hablábamos así, eh. Yo, aquí, contando mis cosas y tú, ahí, leyéndolas. ¿O sigo hablando sólo? Espero al día que me contestes y me digas: "Joder, qué perfecto suenas", y me mientas: "Me podría enamorar de ti".

Nadie se enamora de un tío que sólo aspira a vivir sin dar un palo al agua mientras el Sol le calienta la cabeza.

Nadie se enamora de un tío que habla solo.