In hoc signo vinces

Las luces de colores se apagaron, subimos
a observar el cielo azul metalizao' desde el tejado,
la música de fondo, nos late muy profundo,
fumando, me siento el rey del mundo.

Me dijeron: "tú pide lo que quieras, eres libre,
sólo con dinero seguirás siendo el más pobre,
mira dónde pisas, los charcos nos cubren,
siempre despertamos bajo un cielo hecho con cobre."

Si no llaman dos veces no les abras,
brillan por su ausencia y cuando están dejan las sobras,
muerde la conciencia como tú muy bien sabrás,
y si llego a la treintena lo celebras, y no hay más.

Monedas de cincuenta en el bolsillo,
la vida nos da tregua lo que dura un cigarrillo,
hace tiempo que no rezo, ya no creo en los altares,
si Dios les da la espalda se derrumban sus pilares.

Un viaje de ida por tu médula espinal,
usémonos deprisa que se vislumbra el final,
crecemos encerraos' en una cárcel de mentira,
puede que fallen maneras pero, chico, es lo normal.

Mezclando sin saber lo que nos queda, el tiempo
siempre es cíclico, vivimos como un hámster en la rueda,
nos hemos criado en esta selva, la aguja y
lo demás sólo fue objeto de teorías color malva.

Observa, la palman, mezclando ron con Pall Mall,
se torna en blanco y negro, imposible descifrarme,
vivir documental pero sin cámaras que filmen,
no pienso desquitarme, prefiero emborracharme.
Ó. Bol'shoi - In hoc signo vinces.

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