La tarea del día a día

La madre gritándole al niño porque no quiere que vea la tele. Que estudie, que lea, que haga algo de provecho, dice. El chaval tiene catorce o quince años, señora. De gracias de que su hijo no esté en la calle todo el día.

Sabes más de la vida de tu vecino que de la tuya mismo. Llego a casa  y están todos durmiendo. Me despierto y no hay nadie. Ni una nota. La relación familiar se evapora a lo largo de los años. Ya no le doy dos besos a mi madre cuando me voy a clase. Ni cuando llego. Ya no me dice eso de que no llegue tarde. Seguramente porque son las once y media de la noche y me estoy poniendo las deportivas. Mi padre siempre me aconseja que tenga cuidado, que no beba mucho, que no mezcle cosas. Acostumbro a mezclar el amor con el alcohol, y así me va.

Comemos y cenamos juntos, los cuatro en la mesa. Aunque tu madre te pregunte mil veces qué has hecho, las mil veces va a recibir un: nada, estar por ahí. ¿Con quién has estado? Con los mismos de siempre. Una conversación idéntica día tras día. Voy a darte un consejo: cuida a tu familia. Ama a tus padres y a tus hermanos. Si eres hijo único, eso que te ahorras. Mi verdadero héroe es mi padre, y no un estereotipo americano con capa y calzones por fuera. El mío sale a las siete y media de la mañana todos los días para irse a trabajar. No lleva capa. Tampoco le hace falta porque no va volando sino en el Metro.

One love para todos los padres sacrificados. Que se sientan orgullosos es la tarea del día a día.

1 comentario:

  1. Mi padre siempre me aconseja que tenga cuidado, que no beba mucho, que no mezcle cosas. Acostumbro a mezclar el amor con el alcohol, y así me va.

    impresionante.

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