No hay otra

Cámbieme las piernas. Sí, las dos. Nuevas. Eso es. De acuerdo. Sí. Gracias. Buenas tardes.

No tengo huevos. No sé si es el momento adecuado. Todavía es pronto. Que se haga a la idea.... por un motivo u otro no lo sabe. Lo tendrá que intuir al menos. No sé, yo lo intuiría. A quién queremos engañar, yo no lo intuiría. Algo se huele, seguro. Es que es imposible que no se haya percatado. O al menos que se le haya pasado esa idea por la cabeza, aunque piense que es una gilipollez. Seguro que se le ha pasado.

Por una vez la situación no está controlada. No sé. Siempre he sabido qué decir, el momento, la manera. Lo he hecho bastantes veces antes que esta, pero... nada, que no. Esta vez tengo dudas, lo hago, no lo hago, se lo digo, cómo se lo tomará. Lo peor que puede decirme es que no, y el 'no' ya lo tengo desde antes... algo ha pasado.

¿Por qué tenemos miedo al rechazo? ¿Preferimos albergar la esperanza de que no fue porque no quisimos que fuese? ¿Que si lo hubiésemos intentado lo hubiésemos conseguido? No lo sé. Lo hecho, hecho está. Si sale mal, sale mal. Pero, joder, esta vez es más difícil.

Será que tengo muchas ganas de que salga bien y estoy esperando el momento justo, el instante perfecto. Pero yo sé que ese instante no existe. Si pierdo el tiempo buscándolo se irá el tren. Coño.

Hay que echarle polla. No hay otra.