Apacible

Mezclamos barbitúricos de a quince el seguir vivo y Absolut a morro. No había ninguna música de fondo. Al menos ya no la escuchaba. Sólo oía carcajadas lejanas que rebotaban contra las paredes del cuarto y me estallaban en el cerebro, haciéndome andar a gatas como bajo alambre de espino.

'¡Es la guerra!', repetía, y daba otro gran trago. Todavía hoy queda alcohol repartido por la alfombra. No sé si hicimos el amor. Creo que no. A eso no se le puede llamar amor.

Sólo bebimos y echamos ojo a los viejos álbumes hasta que el día nos pilló de sorpresa y nos mató la vista.

Hoy en día From Silence va por nosotros. Al final, lo único que quedó es el silencio. Cómodo, demasiado largo y con esbozos de dejar de serlo. Pero, tristemente, el disco siempre acaba igual.

No existen las noches en vela. El insomnio es un estado mental que inventé para tener más horas en las que pensar cómo olvidar o revivir todo aquello. Tanto tiempo después y aún no he conseguido ninguna de las dos.

Algún día me levantaré de la cama y recordaré qué canción sonaba mientras nos despedíamos sin darnos cuenta.

Hasta entonces, yo seguiré aquí, escribiendo poemas sobre el mar, la infinitud del universo y lo apacible que se ve la muerte.

Qué escribir

Cuando uno no sabe sobre qué escribir, ¿sobre qué escribe?

Cuando tienes mil ideas en la cabeza y no sabes cómo sacarlas puedes dormir tranquilo, pensando: 'Bueno, el mayor problema es sacarlo pero, al menos, sabemos que, ahí, hay algo.'

Lo jodido viene cuando, por más que te esfuerces, aprietes los ojos y frunzas el ceño, sólo escuchas el 'pum-pum' del corazón palpitando en la sien.

Cuando uno no sabe sobre qué escribir, ¿sobre qué escribe?

Pues escribe sobre qué escribir cuando uno no sabe qué escribir.

Llegarán mejores días. Lo prometo.

In hoc signo vinces

Las luces de colores se apagaron, subimos
a observar el cielo azul metalizao' desde el tejado,
la música de fondo, nos late muy profundo,
fumando, me siento el rey del mundo.

Me dijeron: "tú pide lo que quieras, eres libre,
sólo con dinero seguirás siendo el más pobre,
mira dónde pisas, los charcos nos cubren,
siempre despertamos bajo un cielo hecho con cobre."

Si no llaman dos veces no les abras,
brillan por su ausencia y cuando están dejan las sobras,
muerde la conciencia como tú muy bien sabrás,
y si llego a la treintena lo celebras, y no hay más.

Monedas de cincuenta en el bolsillo,
la vida nos da tregua lo que dura un cigarrillo,
hace tiempo que no rezo, ya no creo en los altares,
si Dios les da la espalda se derrumban sus pilares.

Un viaje de ida por tu médula espinal,
usémonos deprisa que se vislumbra el final,
crecemos encerraos' en una cárcel de mentira,
puede que fallen maneras pero, chico, es lo normal.

Mezclando sin saber lo que nos queda, el tiempo
siempre es cíclico, vivimos como un hámster en la rueda,
nos hemos criado en esta selva, la aguja y
lo demás sólo fue objeto de teorías color malva.

Observa, la palman, mezclando ron con Pall Mall,
se torna en blanco y negro, imposible descifrarme,
vivir documental pero sin cámaras que filmen,
no pienso desquitarme, prefiero emborracharme.
Ó. Bol'shoi - In hoc signo vinces.